A VECES NO TENEMOS TIEMPO PARA LA REFLEXION...,DEJAD LA INEXPERIENCIA Y VIVIREIS,SEGUID EL CAMINO DE LA PRUDENCIA.NO SEAIS INSENSATOS SINO SENSATOS,USAD LAS DOS CAPACIDADES MAS GRANDES DE NUESTRO ESPIRITU: LA DE AMAR Y LA DE RAZONAR.
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
La procesión del Corpus hace presente a Cristo por los pueblos y las
ciudades del mundo. Pero esa presencia, repito, no debe ser cosa de un
día, ruido que se escucha y se olvida. Ese pasar de Jesús nos trae a la
memoria que debemos descubrirlo también en nuestro quehacer ordinario.(San Josemaria Escrivá)
No encuentro en mi palabras con las que descrivir la grandeza de este milagro,mediante el que Jesus, vuelve al lugar de donde procede sin dejar de morar en nuestro sagrarios.Es un misterio absoluto, no se puede comprender humanamente, solo fiarse de El, de su palabra . Postrarse ante su grandeza y decir pausadamente "Adorote Devote Latens Deitas" "Te adoro con devocion Dios escondido" y seguir con Santo Tomas recitando " Oculto bajo las apriencias del Pan y del Vino, a Ti se somete mi corazon por completo"
Os dejo con esta joya de himno eucaristico, el Panis Angelicus es uno de los cinco himnos escritos por Santo Tomás de Aquino para la Fiesta de Corpus Christi como parte de la liturgia completa de la Fiesta, incluyendo oraciones para la Misa y la Liturgia de las Horas. Realmente son las dos últimas estrofas de las siete de las que se compone el himno Sacris Solemniis, que extraídas del conjunto se cantan como antífona. Los otros cuatro himnos escritos por Santo Tomás son O Salutaris Hostia (Verbum Supernum Prodiens), Adoro te devote, Pange lingua y Tantum Ergo (en realidad las dos últimas estrofas del Pange Lingua).